Cuando un encuadernador va a una ciudad nueva, normalmente hace dos cosas. 1 busca dónde pueda comprar papeles o materiales y 2, busca si existen encuadernadores cerca a la ciudad dónde está yendo. Así desde antes de venir a Montreal ya sabía de la existencia del taller de Delphine.
Yo estaba más que emocionada en tomar un taller con ella. Busque entre las opciones que ella proponía y los días disponibles hasta encontrar uno que encajara con mi disponibilidad y encontré la clase Tue Mouche para un sábado de Julio.
Al ser de las primeras actividades que hice llegando a Montreal, aún tenía miedo de mis limitantes por el idioma. Felizmente en la web de Delphine había una nota que mencionaba que el curso era en francés pero ella podía dar cualquier aclaración en inglés de ser necesario. Con esa información en mente procedí a inscribirme.
El día del taller, tomé el bus súper temprano, estaba tan ilusionada como si fuera primer día de clases. Llegué a una parte de la ciudad que aún no había visitado, la clase sería en su estudio ubicado dentro de un edificio semi-industrial dónde habían varios talleres de otro tipos de trabajos.
Fuimos sólo 3 alumnas y Delphine. Al presentarnos le conté un poco de mi historia, como recién me había mudado y que estaba tratando de aprender más sobre encuadernación y sobre el movimiento de las artes del libro en la ciudad. Una de mis compañeras ya había tomado cursos con ella y la otra recién estaba empezando.
Delphine empezó a dictar la clase y yo sentí que volvía a un lugar conocido, a un lugar de aprendizaje y concentración en mi pasión. El idioma pasó a segundo lado y sólo me concentré en avanzar. En un momento empecé a sentir hambre y ahí fue cuando nos dimos cuenta que ya había pasado más de la mitad del taller y era momento de tomar una pausa.
Almorzamos tranquilas, conversamos un poco y cerramos la charla con una taza de café. Mientras esperábamos que se sequen las tapas, Delphine nos iba mostrando algunos de sus trabajos, de sus libros y nos iba contando un poco de su historia.
Ella era francesa, pero tenía viviendo en Canadá más de 15 años y se había topado con la encuadernación después de haber terminado su carrera de Filosofía en la Sorbona. Nos contó que fue cuando estaba estudiando museología que empezó a interesarse por el libro. Y que estuvo trabajando de cerca con una encuadernadora por 5 años antes de lanzarse a abrir su propio estudio en Montreal.
Junto a ella aprendí una estructura nueva para mí, la Tue-Mouche perfeccionada por Benjamin Ebel. Las indicaciones de Delphine fueron claras y el resultado exitoso. Además, me dijo que le había encantado encontrarse con otra encuadernadora, ya que las oportunidades de hacerlo son escasas y que cualquier cosa le escribiera.
En el taller utilizamos un papel hecho a mano hermoso, Delphine me comentó que ese papel era hecho en Montreal y que el taller no estaba lejos, que sin lugar debía visitarlos porque ellos tenían gran variedad de colores. La verdad que no menetía, ¡pero esa visita merece su propia entrada! Así que estate atenta al blog para saber cómo fue la Papelería de St-Armand.