Empecé con la idea de Lettra en el 2012, hace ya 8 años. En ese momento no existía canva ni había aplicaciones de diseño, así que hice mi logo con los programas que sabía. En la universidad me enseñaron Illustrator y cuando tenía 12 años, en unas vacaciones útiles, pedí un curso de Corel Draw. ¿Por qué? ni idea, me parecía muy divertido jugar con letras y líneas en la computadora. Volviendo al logo… al inicio hice varios borradores, ponía mis ideas en papel y luego las pasaba a la computadora. Hacía pruebas e imprimía, verificaba si los colores se veían como quería. Pero, sobretodo, estaba atenta a que sea legible en distintos formatos y que me gustara. Veo muchos logos en estos días que se ven geniales en una portada de Facebook, pero que cuando los imprimen en tarjetas de presentación o en banners, no funcionan, así que ten cuidado con esto.
Creo que me demoré en esto un par de días. La cosa era tenerlo listo para poder crear mi Facebook y empezar con la marca. Para ese entonces aún no existía la web de Lettra, pero yo ya tenía mi web personal, así que la puse ahí. Quizás no fue la mejor decisión, porque al inicio era confuso, pero tener una web ayudaba a mi credibilidad como marca.
Este logo estuvo conmigo hasta el 2015, cuando abrí el taller en Surco y todo se volvió real. Me demoré un par de semanas en decir “estoy yendo a Lettra” en lugar de decir “Estoy yendo al local”, me daba miedo. Ya con un espacio físico sentí la necesidad de contratar a alguien más, alguien que me ayudara con el branding de mi marca, con la web y que creara un logo que me hiciera sentir orgullosa de lo que estaba haciendo.
Lime me ayudó en esto, Ronald entendió qué era Lettra para mí, y mi visión sobre la marca a largo plazo. Creó este logo que juega entre ser un libro, un origami, un ave. Y me encanta. 
A lo que voy… hubo un proceso, como ves fui de a pocos. No tener el logo perfecto no me detuvo. Y esto es lo más importante. No te sientas mal si tu logo es de canva, o si aún no estás 100% seguro de que sea el logo con el que te vas a quedar. Puedes cambiarlo mientras vas avanzando y tu marca va transformándose.
¿Qué puntos sí deberías tener en cuenta?
- Qué sea legible en formato chico y formato grande. Ten cuidado con las letras delgadas que a veces se ven lindas en grande, pero cuando lo pones en una hoja necesitas lupa para entender que dice.
- Que funcione en versión blanco y negro. No siempre vas a poder imprimir a colores. O si lo quieres poner como marca de agua en tus fotografías es posible que sólo lo uses en escala de grises.
- Que sea claro, no lo llenes de adornos por querer explicar todo lo que haces. Mi logo habla sobre papel porque es el tema que une todo. ¿Imagina que hubiese querido ponerle un cuaderno, una caja y un papel marmoleado ahí? Sería demasiado.
Con estos 3 puntos cubiertos puedes empezar. La cosa es moverse, probar, ver que pasa. Quizás después decidas en contratar a alguien, pero no te pongas cargas innecesarias, sobre todo al inicio.
Espero que este post te ayudara y te lances a crear esa marca que está en tu cabeza hace mucho tiempo.
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