Toco algunas fibras delicadas con este título, verdad? Hay muchas formas de lidiar con esto y
aquí les cuento mi mirada personal.

Cuando recién abrí Lettra mucha gente me preguntaba sino tenía miedo a la competencia, ya que mi idea de negocio era novedosa. Y la verdad es que no lo tenía, y cuando a veces aparece, sé cómo manejarlo.

Aunque alguien intentara copiarnos al 100% nunca sería igual, cada uno tiene su forma de crear, de ordenarse y de explicar. Todo esto está relacionado con las experiencias de vida de cada uno, que sin querer marcan nuestra manera de actuar y de conectarnos con el resto.

También creo que existe mercado y clientes para todos, somos millones los que vivimos en Lima, (lo que claramente se ve reflejado en nuestro tráfico) y en el mundo aún más. Obviamente no todos pueden ser mis clientes.

Mientras los años fueron pasando, vi que nacían y siguen naciendo más marcas en temas de encuadernación. En lugar de tener miedo, me puse feliz! Por qué? Porque eso quiere decir que hay más personas que van entendiendo del tema y el mercado está creciendo. Cuando recién empezamos era más difícil explicar a las personas lo que hacíamos, cada día que aparece una marca nueva, nuestra labor se hace un poco más fácil.

A la larga, la única competencia que tengo es conmigo misma y con mi pasividad. A veces quiero hacer algo, pero me pongo a pensar mucho. Y obviamente, me doy media vuelta y ya hay alguien más haciendo lo que tenía en mente. ¿Es acaso la culpa del otro? No, es toda mía.

De nada sirve tener mil ideas geniales si están guardadas en mi cabeza. La única manera de ganarle a tu competencia es actuando, dejando de lado los miedos y lanzándote al mar.