En muchos casos nos hemos quedado con la idea que la impresora de nuestra casa es muy límitada para los trabajos de papelería, ya que recordamos lo costos y difícil que era imprimir hace varios años. Sin embargo, ahora tenemos muchas más opciones que nos pueden ayudar en nuestros proyectos de encuadernación.

Existen dos tipos de sistemas de impresión: a láser o por inyección. Cada una tiene sus ventajas y desventajas.

Láser:

La impresión se hace mediante calor, por lo que la imagen no se borra con el agua o la humedad. A veces los colores no salen tan nítidos y se pierden algunos detalles. Una impresora a láser puede ser bastante costosa. También puedes ir a algún lugar a imprimir en este formato, siempre pide una muestra de color antes de mandar a hacer varias copias.

Los papeles que mejor se imprimen con este sistema son los lisos, que no tengan textura. Las manchas de color pleno a veces no salen tan nítidas.

Inyección:

La mayoría tenemos esta impresora. Al hacer por inyección se pueden conseguir mejores acabados en cuestión a definición de la imagen. Sin embargo, si es que se humedece la tinta se va a borrar la imagen o correr los colores.

Estas impresoras aceptan un poco más de textura que las láser, sin llegar a extremos. Además, puedes probar imprimiendo sobre lino de encuadernación o tela preparada para encuadernar. Te aconsejo ponerle una capa de algún tipo de protección después.

¿Cuándo deberías acudir a una imprenta?

Si vas a imprimir poca cantidad (menos de 100 copias) de algún diseño, la impresión casera probablemente sea la mejor opción. Ahora, si necesitas por ejemplo hojas rayadas o con puntos para hacer 50 cuadernos, deberías contactarte con una imprenta.

Los trabajos para imprenta son aquellos dónde sí o sí vas a imprimir en cantidad, sino los costos se vuelven demasiado para ti.

En mi caso, tengo una Epson L565, la cual cuenta con sistema continuo, y me está ayudando mucho en mis trabajos de encuadernación.

Puedes ver más detalle sobre este tema en el siguiente video.